Versiones de la realidad
domingo 24 de enero de 2010
Versiones de la realidad
Nuestras acciones y palabras van encaminadas (al margen de otros objetivos) a definir la realidad de una manera dada, y a comunicar esa definición de la realidad a las personas con quienes interactuamos.
La realidad real, quién la definirá... Pero cada cual aportamos nuestra contribución, nuestra versión de la realidad que intentamos sea la aceptada por los demás. Esto requiere negociación, y a veces confrontación. No hay visión panorámica global de la realidad, sólo propuestas de realidad en conflicto e interacción mutuos.
En La presentación del yo en la vida cotidiana, Goffman señala esta característica de la acción del sujeto: no sólo actúa, sino que subraya su actuación, o la representa—la comunica a los demás y la deja clara (u oscura, según convenga). Por otra parte, los sujetos actúan en equipos, que representan numeritos o funciones preestablecidas, según los roles sociales, profesiones, relaciones personales de los miembros de cada equipo. Normalmente un equipo actúa, y otro es el público, aunque en muchos encuentros sociales hay rápidos intercambios de papeles. Un equipo nos vende su propia definición de la situación, y parte de sus esfuerzos va dirigida a identificar ese juego dramático con la realidad de las cosas tal como quiere ese equipo presentarla a su público. Esto no sólo lo hacen los políticos, o los vendedores: todos somos políticos y vendedores de imagen.
Pues bien, sobre la definición de la realidad, y sus versiones, así cierra Goffman su cuarto capítulo sobre comunicarse saliéndose del personaje ("communication out of character"):
Es decir, no sólo puede haber múltiples realidades en conflicto, propuestas los diversos equipos (que por otra parte bien pueden colaborar también, en la escenificación de una misma realidad)—las múltiples realidades dividen al interior del sujeto, o la acción de cada equipo (cada equipo es un sujeto colectivo) de modo que los sujetos están definiendo a la vez diversas versiones de la realidad, unas de modo más prominente que otras... y con esta paradójica característica, que tanto la versión oficial como la versión que se escurre por las esquinas compiten, con diversos tipos de autoridad, para aspirar al papel de la realidad más real.
Siendo éste el caso, cómo va a haber tribunales de última instancia sobre la realidad de las cosas. Pero eso no nos hará desistir de intentar promover nuestra versión, o nuestro juego de versiones, de la realidad. De la multiplicidad de aspectos de una situación, seleccionamos los que preferimos subrayar, y les damos forma con nuestra atención, nuestra actuación y nuestras llamadas a la colaboración de los demás—a que vean lo mismo que nosotros, y pasen por alto e ignoren olímpicamente lo mismo que nosotros, aunque haya que señalarles qué es lo que deben ignorar. Y al resultado de esta negociación colectiva lo llamamos la realidad.
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