Me compro un MacBook
Cada vez que tengo un disgusto... o me voy al MacDonalds, o me compro un Mac. Bueno, exagero, y tampoco es que tenga la casa llena de Macs... pero esta vez tengo la excusa de que mi portátil de estética ya cyberpunk, con desgastes, remiendos, bisagras rotas, esparadrapo y que me da garrampas, ha ido al hospital. Así que entretanto vuelve a casa, lo sustituyo, que el disgusto se lo lleve él. Me he comprado un MacBook Pro de diecisiete pulgadas.
Además el acontecimiento ha dado lugar a una obra de arte del cinéma-vérité: El Desembalaje del Mac, con Ivo a la cámara, Álvaro de protagonista, y Oscar poniendo la banda sonora.
Oscar se las promete muy felices creando monstruitos en el Spore Creature Creator, su juego favorito desde hace tiempo. Yo prefiero lo de la webcam con micrófono incluida, la wifi, la tarjeta gráfica Nvidia, y todo lo demás que lleva incorporado en su cintura de avispa de un centímetro. Y que no me dé garrampas.
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