Jamais connu de loi
(Miércoles 14 de febrero de 2007)
Como el día se presta, pongo esta bonita canción de enamoramiento para quien esté enamorado, o crea estarlo, o quiera estarlo, o lo estuvo en tiempos... qué tiempos. Que los dioses nos libren de volver a vivir tiempos tan interesantes. La cantante es Nolwenn Leroy, la música ya se sabe de quién es, y la letra... la letra me la enseñó hace veinticinco años una chica francesa que ahora andará por los cuarenta. A Nolwenn ni la habían inventado, claro.
En clase de literatura hoy leemos "Sapho to Philaenis" de John Donne. Un poema de amor atípico, inspirado en Ovidio, pero también, supongo, en los propios arrebatos de John Donne, y en el original, como este fragmento de la propia Safo, "Oda a Anactoria":
El igual de los dioses me parece
quien se sienta a tu lado, y oye
cerca de sí tu voz dulce
y tu risa encantadora; eso sí hace
que el corazón se me acelere en el pecho.
Porque cuando te veo aunque sólo sea
un poquito, me quedo sin palabras,
la lengua se me avería, un fuego sutil
se me echa a correr bajo la piel;
con los ojos no tengo vista, me zumban los oídos,
se me escurre el sudor, y me entra
un temblor por todo el cuerpo.
Me quedo pálida como la hierba seca,
y en este ataque de locura casi
parezco muerta.
Y sin embargo tengo que atreverme a todo,
pues alguien tan insignificante...
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