Kind of kind
Ayer estuvimos en una ocasión memorable: la despedida de un compañero nuestro que se jubila, Tim Bozman. Es la primera vez que se hace una comida para todo el departamento (grupitos siempre hay) desde hace años... desde la jubilación de la catedrática Carmen Olivares, que si mal no recuerdo debió ser el milenio pasado. Y en cuanto a quedar todos en un restaurante fuera de la Universidad, bueno, pues la última cena de empresa debió ser hace doce años. Lo cierto, se lo comentaba ayer a Carmen Olivares, es que desde que se retiró ella ha decaído el espíritu festivo del departamento, y nos hemos quedado con el lado tanático del trabajo nada más. Cuando ella era directora había hasta Comisión de Festejos (extraoficial, claro, como corresponde). A ver si va retornando la costumbre de convocar comidas y fiestas si se tercia, aunque sea por normativa de la Dirección. Desde luego si las convoco yo el fracaso está asegurado. Ayer me decía una compañera "si en realidad nos lo pasamos bien cuando quedamos, y luego además podemos volvernos a sacar los ojos en el trabajo, no pasa nada".
Pues en realidad no fui a la comida por una mala organización (transporte de nenes al cole, etc.) pero nos acercamos con la colega al café, y a la hora de los discursos. Fue todo muy emocionante, y había más de una con la lagrimilla haciendo equilibrios. No es para menos, casi todos habíamos sido alumnos de Tim, antes de ser colegas. Y ya sabes: cuando las barbas. Tim se despidió a su manera siempre un tanto original e inconformista (es que siempre ha tenido mucha retranca, además de mucha honestidad)—por ejemplo, en sus agradecimientos destacó sobre todo a un ausente incómodo para muchos, el catedrático anterior que tan mal recuerdo les dejó a muchos de la primera generación de profesores del departamento, la generación de Tim, y de la segunda. Y en cuanto a mensajes y consejos, nos dejó uno de Philip Larkin (otro que tal): Be kind to one another, while there is time.
Bueno, Tim siempre ha sido kind, desde luego, —kind of, al menos, porque como digo, usa una buena dosis de dark sarcasm que desde luego evita que su amabilidad sea para nada empalagosa. Más bien peligrosa, uno nunca sabe si está a salvo de su ojo crítico; probablemente no. Ha logrado desarrollar una mezcla extraña y muy personal de ironía británica y plain dealing aragonés... bueno, supongo que era de esperar, después de llevar aquí, como nos dijo, media vida, pero no deja de ser una obra de arte conseguir esa mezcla. ¿La llevaría ya desde siempre en su potencial? Yo desde luego siempre lo he conocido así. De hecho, fue el primer profesor del Departamento del que oí hablar, porque le tenía mucha simpatía mi profesora de Filosofía en el instituto de Sabiñánigo, hace... treinta años. Buf.
Hasta ahora las jubilaciones han sido muy raras en este departamento (la profesión es joven de media aún), pero lo cierto es que luego vendrán por oleadas, promociones enteras se jubilarán simultáneamente cada año, tenemos una estructura descompensada en este sentido. En fin, aunque no fue todo el mundo, ni siquiera la mitad de los ciento y pico, fue buena ocasión para ver a Tim este curso, y esperemos que hasta la próxima celebración. Y que no sea la próxima jubilación... Y también para ver a algunos de los profesores que se habían jubilado antes, como a Carmen. O a Benno Hübner, que lejos de convertirse en un hombre de-proyectado tras la jubilación, ha estrenado una segunda carrera dando conferencias y lecciones por Rusia. Otros colegas ya iban hablando de jubilaciones, y de prejubilaciones. Vaya, prejubilados ya somos todos, en cierto sentido. Ya lo celebraremos por partes. Rejoice, rejoice, there is no choice—iubilate. A Tim todos le deseamos que la jubilación le vaya bien, y que haya world enough and time.
(Ps: Me acabo de enterar de que inaugura blog otra colega que se fue para no volver, Monica Stacconi).
2 comentarios
JoseAngel -
yo -