Progres y pasivos
De mi correo electrónico, supongo que en respuesta a mi última circular sobre la supresión de la Filología Inglesa. Me escribe X:
Querido amigo:
Sigo encontrándome con tu nombre como uno de los pocos que parecen continuar alarmados por la eliminación de Filología Inglesa. Mis respetos, máxime intuyendo que simpatizas con el actual gobierno o la opción más general que representa, antes que con sus alternativas.
Sea como fuere, creo que la falta de resistencia por parte nuestra tiene que ver exactamente con esto. Si el discurso del PP fuera como el de antaño, es decir, anti-anglosajón y pro-árabe, autarquista y anti-cosmopolita, románticamente anti-occidental y marginalizante, no habría problema. Imagínate que fuera un gobierno suyo quien nos birlara nuestro título. Ya habríamos quemado sus sedes y pateado a sus militantes, presos de justiciera indignación.
Como resulta ser el PSOE/IU quien asume esa posición, y el 90% de los universitarios es de obediencia progresista (pongamos que el 80% en Filología Inglesa, por aquello del contagio por vía cutánea en quienes estén menos dotados de anticuerpos), la cosa no tiene discusión, al menos entre el funcionariado, que rapea disciplinadamente, qué remedio, eso de "antes progre que anglista". ¿O te explicas lo que sucede de otra forma?
Un abrazo,
LlÁMALO X.
Querido X:
Gracias por tu atención al responderme. Lo cierto es que a veces pienso que me preocupo demasiado por este asunto, y que si la profesión está en general tan tranquila, pues razones habrá. Funcionarios somos muchos, o sea que no nos peligran las judías, espero; más me extraña ciertamente ver la indiferencia de los colegas más jóvenes que van a ver sus carreras interrumpidas o postpuestas indefinidamente.
La interpretación que das lo cierto es que no la comparto, bueno, si viese que ésa es la explicación la encontraría muy deprimente. Primero por lo que tendría de autodestructiva: elementos de autodestrucción pasiva sí que se ven, pero bueno, creo que la gente no se siente culpable de ser anglista por las políticas de EE.UU. o del Reino Unido. Tampoco han cambiado tanto éstas, y creo que los anglistas "progres" tienen abundantes tradiciones críticas en esos países con las que entroncar o comulgar, o que pueden intentar potenciar, al margen de las políticas que lleven los gobiernos británico y estadounidense. O sea que no creo que exista mala conciencia de ser anglista. Segundo porque la defensa de la importancia del inglés no se habría de basar hoy en la influencia de la cultura anglosajona (aunque sea un elemento obvio): el inglés es importante porque es la lengua internacional de facto en este planeta: la única que hay, por mucho que otras quieran imaginar que le disputan ese puesto. Sí que hay un poquito de ceguera todavía en cuanto a este punto: por ejemplo, en los manifiestos en defensa del "grado en Estudios Ingleses" no se aportaba este argumento (el más fuerte y único decisivo) para apoyar la necesidad de una titulación propia. Quizá los anglistas no nos lo tengamos suficientemente creído en este sentido.
Y tercero por lo que tendría de partidismo furibundo, que si bien lo hay entre políticos, creo que está más atenuado en la universidad. Sobre las posibles razones partidistas que señalas... pues yo es que no creo que los universitarios sean en general tan PSOE ni tan "progres" como dices (o muy equivocado estoy). Igual sí en abstracto son progres, en teoría; en la práctica somos, en tanto que funcionarios, bastante más conservadores en nuestras acciones efectivas, y desde luego gente de orden, al margen de ideologías específicas. Sólo así se explica, creo, la disposición a aplicar lo que nos viene "de arriba" sin chistar, y sin ni siquiera ejercer nuestro derecho a protestar por los cauces administrativos que corresponderían. No creo que ningún departamento de inglés, por ejemplo, haya intentado que el Consejo de Gobierno de su universidad se pronuncie en contra de la supresión de esta carrera, y que hiciese llegar esta oposición al Consejo de Coordinación Universitaria. Habría quedado en evidencia que la supuesta representación de las Universidades en ese Consejo no es tal representación, sino una selecta burocracia orgánica de Rectores que para nada consultan a las áreas correspondientes de sus universidades sobre cuál habría de ser la organización de los estudios, sino que siguen criterios muy otros a la hora de tomar sus decisiones supuestamente representativas. Al menos así ha sido en el caso de las carreras de Humanidades. Así que cabe esperar mucha progresía en el interior de los artículos académicos, donde es bastante segura, pero menos a la hora de levantar la voz para protestar por alguna injusticia que se vea en el departamento de uno.
Hay que decir por otra parte que la progresía estilo Zapatero, como queda claro con el asunto de los terrorismos o de las caricaturas de Mahoma, prefiere la paz y la buena armonía con mamelucos de todo tipo antes que la verdad o que la justicia. Tampoco me parece eso muy progresista. Como verás igual presupones mucho cuando dices que simpatizo con el actual gobierno. Sí que simpatizo en algunas cuestiones (como también con los del gobierno anterior), pero la lista de los asuntos en los que no simpatizo también sería larga (y lo mismo me pasaba con el anterior). Por otra parte, no hay que olvidar que esta reforma drástica de las Humanidades ya empezó con el gobierno anterior (me acuerdo de un artículo sonado en El País, "Las Filologías, en el punto de mira"), y ha seguido su rumbo sin inmutarse, o inmutándose poco, por el cambio de gobierno. Es uno de esos "trabajos sucios" que hace un gobierno de una orientación y el otro no deshace, sino que, tras haber protestado mucho en su día, corre un tupido velo y mantiene. Como mantuvo el PP la ley del aborto, o mantendría el matrimonio homosexual si llegase al poder. O sea que tranquilo, me parece que en ningún caso los anglistas hubieran reaccionado furibundamente como dices asaltando sedes etc.; quienes hacen esas cosas no son funcionarios, generalmente. Creo que la actitud hubiera sido básicamente la que es ahora. En todo caso, si anti-"anglicanismo" que diría la ministra hay, se traduciría en que un PSOE en la oposición no estaría interesado en sacarle punta partidista a la supresión de la Filología Inglesa.
En realidad no creo que la pasividad tenga una única explicación; nada tiene una sola causa. La pasividad de los jóvenes me la explico en parte por un importante ingrediente que hemos visto cambiar en el panorama en los últimos años: la organización de los investigadores en grupos financiados, normalmente alrededor de un catedrático o catedraticable. Tal como lo veo, y al margen de los resultados que haya producido en cuanto a investigación, esta política ha potenciado el conformismo y el espíritu de sumisión entre los funcionarios, obsesionándolos con asuntos como conseguir sus sexenios, competir con el de al lado y ponerse en fila a esperar turno sin abrir la boca a menos que se me pida opinión (o ni aun en ese caso). También la duplicación de obstáculos en la carrera por los requisitos burocráticos de acreditaciones, habilitaciones y oposiciones tiende a fomentar la "discreción" y la tendencia al punto en boca y Vicente-donde-va-la-gente.
En fin, que más allá de las políticas PP y PSOE, creo que hay una dinámica común que están llevando a cabo indiferentemente los gobiernos de ambos signos, y que ha sido perniciosa para la independencia intelectual y el espíritu crítico de los universitarios, y pienso en concreto en el caso de las Humanidades, donde la estructuración por equipos de investigación aporta a mi entender más daños que bienes. Y pasividad, mucha pasividad... como si anduviésemos escasos de ella antes. Y te lo dice un ente que se considera bastante pasivo y conservador, pero que por lo que veo lo debo ser menos que la generalidad.
En cualquier caso, saludos, y nos seguiremos viendo en el ámbito de "Lenguas y Literaturas Modernas" supongo...
(I remain, &C...).
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