Algún julay
me ha robado dos matrículas de la moto. Y eso que esta semana tenemos la calle llena de filas de Ferraris aparcados uno detrás de otro, tenía donde elegir. Igual es un fan que necesita un fetiche, oye. O para hacerme un vudú. Esto me pasa por hacerles caso a los de la ITV, que me venían diciendo y repitiendo que le ponga matrículas delanteras a la moto. Cuando hace treinta años que no veo una moto con matrículas delante, menos la mía. Y ahora ni esa.
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